DOI: http://dx.doi.org/10.20986/revesppod.2023.1661/2023
ORIGINAL
Evolución del uso en los tratamientos de las verrugas plantares
Evolution of use in the treatments of plantar warts
Julia Villar Rodríguez1, Esther Mingorance Álvarez2, Ana María Pérez Pico3, Raquel Mayordomo Acevedo1
1Departamento de Anatomía, Biología Celular y Zoología. Centro Universitario de Plasencia, Cáceres, España
2Departamento de Enfermería. Centro Universitario de Mérida, Badajoz, España
3Departamento de Enfermería. Centro Universitario de Plasencia, Cáceres, España
Resumen
Objetivo: Las verrugas plantares son lesiones cutáneas causadas por el virus del papiloma humano, teniendo una prevalencia en torno al 12 % en la población general. Sus tratamientos han evolucionado a lo largo de los años, por lo cual el objetivo principal del estudio fue conocer cómo ha evolucionado el uso de los distintos tratamientos físicos y químicos para verrugas plantares en España.
Material y métodos: Se realizó un estudio longitudinal mediante una encuesta en dos periodos de tiempo diferentes, a través de un formulario de Google-Forms con 17 preguntas, con el fin de recopilar datos de podólogos en activo que tuvieran experiencia clínica en el tratamiento de verrugas plantares y que trabajasen en España. Se obtuvo un total de 889 respuestas procedentes de los 17 colegios de podólogos de España en ambos periodos.
Resultados: Los resultados indicaron un aumento en el uso del láser (6.1 %), pasando a ser tratamiento de primera elección en el segundo periodo, y un aumento en el uso de cantaridina (8.0 %). Además, se mostró una disminución en el uso de crioterapia (14.5 %), ácido monocloroacético/tricloroacético (13.0 %) y ácido nítrico (2.3 %), aunque este último se mantiene como tratamiento de primera elección en ambos periodos.
Conclusiones: La aparición de nuevos tratamientos menos invasivos y menos dolorosos, como el láser, provoca que otros tratamientos se vean desplazados, entre los que se encuentran algunos ácidos.
Palabras clave: Verrugas plantares, virus del papiloma humano, tratamiento verrugas plantares.
Abstract
Aims: Plantar warts are skin lesions caused by the human papilloma virus, with a prevalence of around 12 % in the general population. Its treatment has evolved over the years, so the main objective of the study is to find out how the use of different physical and chemical treatments for plantar warts in Spain has evolved through a longitudinal study.
Material and methods: A survey was carried out through a Google-Forms form with 17 questions to collect data from active podiatrist clinicians, who had clinical experience in the treatment of plantar warts and who work in Spain.
Results: A total of 889 responses were obtained from the 17 podiatry associations in Spain in both periods. The results indicated an increase in the use of the laser (6.1 %), becoming the treatment of first choice in the second period, and an increase in the use of cantharidin (8 %). In addition, a decrease in the use of cryotherapy (14.5 %), monochloroacetic/trichloroacetic acid (13 %) and nitric acid (2.3 %) is shown, although the latter remains as a first-choice treatment in both periods.
Conclusions: The use of the different treatments against plantar warts has been modified over a period of 7 years, increasing in physical treatments such as laser and decreasing chemical treatments such as cryotherapy or monochloroacetic/trichloroacetic acid. The appearance of new treatments, less invasive and less painful, causes other treatments to be displaced.
Keywords: Plantar warts, human papilloma virus, plantar warts treatment.
Recibido: 03-05-2023
Aceptado: 31-05-2023
Correspondencia: Julia Villar Rodríguez
juliavr@unex.es
Introducción
Las verrugas plantares son lesiones cutáneas causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Esta patología se suele encontrar con más frecuencia localizada en la zona plantar del pie o en las palmas de las manos1. Se calcula una prevalencia entorno al 12 % en la población general, pudiendo aumentar este valor en niños y adolescentes hasta el 30 %2,3. Además, los pacientes que han sufrido de verrugas plantares tienen 3 veces más posibilidades de desarrollar nuevas lesiones que los no afectados, y se ha visto que los estados de inmunosupresión adquirida o constitucional constituyen un importante factor de riesgo para que el tratamiento de las verrugas se torne refractario4-6.
Los tratamientos para las verrugas plantares han evolucionado a lo largo de los años, pero los que tradicionalmente más se han utilizado son los tratamientos químicos, como el ácido nítrico o la cantaridina. Los tratamientos físicos, como el láser, han tenido un gran auge en los últimos años7. Otros tratamientos usados para esta patología son la crioterapia, la podofilotoxina, el nitrato de plata, la bleomicina y el aciclovir, entre otros. Cabe señalar que cada uno de los anteriores tiene diferentes tasas de curación, no siendo igual de efectivos en todos los casos8. Es por eso por lo que, en la actualidad, se dispone de numerosas técnicas de identificación y tratamiento de las verrugas plantares, pero aún no hay consenso sobre el tratamiento más efectivo, por lo que coexisten distintas formas de abordar el tratamiento de estas lesiones9.
Por lo tanto, el objetivo principal de este trabajo fue conocer cómo ha evolucionado el uso de los distintos tratamientos físicos y químicos para verrugas plantares, a nivel nacional, a lo largo de un periodo de 7 años.
Material y métodos
Se diseñó una encuesta con 17 preguntas en formato electrónico (Google-Forms, ver Anexo I), con el objetivo de obtener datos sobre el uso de los diferentes tratamientos físicos y químicos en el tratamiento de las verrugas plantares en España. Para analizar un posible cambio en la frecuencia de uso de cada uno de los tratamientos evaluados, se diseñó un estudio descriptivo, longitudinal y prospectivo, de acuerdo con los principios de la Declaración de Helsinki, y se obtuvieron datos en dos periodos temporales diferentes: año 2016/2017 y año 2021/2022. La encuesta fue enfocada para que la cumplimentaran podólogos, por ello fue enviada a todos los Colegios de Podólogos de España, para la difusión entre sus colegiados.
Los criterios de inclusión fueron: que los encuestados fuesen podólogos, que contaran con experiencia clínica de al menos un año en el tratamiento de verrugas plantares, y que trabajasen en España. La experiencia clínica se abaló a través de una pregunta en el cuestionario para saber su año de graduación. Se excluyeron todas las encuestas en las que había datos incompletos y en las que el año de graduación del profesional fuese anterior al año en el que se realizó la encuesta. Los datos se exportaron desde el formulario de Google a una hoja de cálculo para su posterior depuración y análisis.
Resultados
El número total de encuestas incluidas en el estudio obtenidas entre los dos periodos analizados fue de 889 respuestas, 475 del primero y 414 del segundo periodo. Se recibió respuesta en ambos periodos de los 17 colegios de podólogos que conforman el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos.
A continuación, se muestran determinados datos sociodemográficos, como son el sexo y el año de graduación. La Figura 1 muestra la diferencia de porcentajes entre hombres y mujeres en los distintos periodos de estudio. Se observa tanto en el primer como en el segundo periodo que hay mayor pocentaje de respuestas de mujeres que de hombres (Figura 1).
Figura 1. Porcentaje de participantes según el sexo.
En la Figura 2 se observa por rangos los años de graduación de los profesionales encuestados en ambos periodos. En el segundo periodo se observa un leve aumento de encuestas obtenidas a partir de los graduados en el rango de años de 2001 a 2010. Se observa una disminución de respuestas obtenidas de profesionales graduados entre los años 2011 y 2022, a pesar de que en el primer periodo solo se aceptaron encuestas de graduados hasta 2015.
Figura 2. Porcentaje de participantes según el año de graduación.
Analizando las respuestas obtenidas, se pudo observar, con respecto a los tratamientos físicos de un periodo a otro, un aumento en el uso del láser, pasando a ser tratamiento de primera elección para las verrugas plantares en el 2.º periodo (Tabla I), pues su uso se incrementó en un 6.1 % (Tabla II). En cuanto a la crioterapia, pasó a ser el segundo tratamiento de elección en el 2.º periodo (Tabla I), disminuyendo en un 14.5 % (Tabla II).
Por otro lado, con respecto a los tratamientos químicos, se observó que el uso de cantaridina aumentó en un 8 % de un periodo a otro (Tabla II), siendo en ambos periodos el 2.º tratamiento de elección más usado (Tabla I). También se obtuvieron valores en referencia al ácido nítrico, con una disminución del 2.3 % de su uso en el segundo periodo (Tabla II), pero se mantiene como tratamiento de primera elección (Tabla I). En cuanto a los ácidos monocloroacético y tricloroacético, se observó que también disminuyó su uso en un 13.0 % de un periodo a otro, obteniendo un 15.1 % en el primer periodo y un 2.1 % en el segundo periodo (Tabla II).
Discusión
El cambio de tendencia en el uso de los diferentes tratamientos frente a las verrugas plantares puede estar influido por diferentes causas. En cuanto a los tratamientos físicos, el láser se ha revelado como una alternativa novedosa de tratamiento en muchas patologías, no solo para verrugas plantares, como las lesiones musculares agudas, heridas postquirúrgicas e incluso en casos de onicomicosis, tal y como se describen algunos autores10-12. En este sentido, es importante destacar que es fundamental el conocimiento de las características de láser empleado, así como conocer bien su manejo para reducir los posibles efectos indeseados. Además, es importante conocer los distintos tipos de láser que se encuentran en el mercado, como el de colorante pulsado y el granate de neodimio itrio y aluminio (Nd:YAG)13. Entre las ventajas de este tratamiento se encuentran: que es menos doloroso para los pacientes y que minimiza el tiempo total de tratamiento, destacando por su rapidez a la hora de obtener resultados9,13. Prueba del incremento en el empleo del láser son diferentes estudios realizados en los últimos años, en los que se observaron tasas de curación hasta del 84 %14,15. Según el estudio realizado por Hemmatian & Handjani, el número de sesiones necesarias para tratar las verrugas plantares son menores con láser de CO2 que con crioterapia16.
Dentro de los tratamientos químicos, considerados más tradicionales, se encuentra la cantaridina, en la que se observó un aumento en su uso, posiblemente debido a los buenos resultados que se obtienen. Así, en un estudio llevado cabo por Ghonemy, se describió una alta tasa de curación, de hasta el 94 % en pacientes con verrugas plantares refractarias al tratamiento17. Otros estudios muestran que la cantaridina, unida a podofilotoxina y al ácido salicílico, es más efectiva que la crioterapia en el tratamiento de las verrugas plantares18,19. Sin embargo, en el caso de otros tratamientos químicos, como el ácido monocloroacético y el ácido tricloroacético, se observaron disminuciones en su uso, probablemente debido al tiempo que requieren este tipo de tratamientos, que pueden prolongarse durante meses hasta la completa curación20.
Una de las limitaciones del presente estudio fue la cantidad de tratamientos disponibles para tratar las verrugas plantares, así como su uso por parte de los podólogos, indicado o no, para ello. La adquisición de datos sociodemográficos específicos de cada participante no se llevó a cabo, por lo que no se sabe si son los mismos podólogos los que han contestado a la encuesta en ambos periodos. Otra de las limitaciones es el alcance de la encuesta, ya que fue imposible llegar a todos los podólogos del ámbito nacional, los años de graduación y el uso de las nuevas tecnologías.
Como conclusión, según los resultados de este estudio parece que la tendencia en el uso de los distintos tratamientos de las verrugas plantares ha cambiado en los últimos 7 años, aumentando los tratamientos físicos como el láser y disminuyendo algunos de los tratamientos químicos clásicos, como el ácido monocloroacético. La aparición de nuevos tratamientos menos invasivos y dolorosos ha provocado que algunos de los tratamientos tradicionalmente empleados se vean desplazados. A pesar de todos los datos obtenidos en este estudio, es necesario realizar más estudios ampliando el análisis con los demás tratamientos existentes para tratar las verrugas plantares.
Material suplementario
El Anexo I muestra el cuestionario que se utilizó para la realización del presente estudio.
Conflicto de intereses
No hay conflicto de intereses por parte de los autores.
Financiación
Este estudio ha sido financiado por la Junta de Extremadura y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través de una subvención al grupo de investigación (código CTS020, referencia GRU21077) y Programa de investigación financiado por la Unión Europea - Next Generation EU (PI-0148-22).
Bibliografía